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Ha sido reportado de Wathīla ibn al-Aqsā’ que el Mensajero de Allāh ﷺ dijo:
«No está permitido para la mujer usar algo de sus riquezas sin el permiso de su marido».
[as-Sahīha | nº 775]
Yo [Al-Albānī] digo:
Este hadīth y esto que hemos mostrado entre narraciones que indican el mismo significado, prueban que no está permitido para la mujer emplear [gastar] su riqueza personal si no es con el permiso de su marido.
Esto forma parte de la perfección de la tutela y la autoridad que nuestro Señor dio al marido sobre su esposa. Si bien, es preferible para el marido, si de verdad es un buen musulmán, que no sea un tirano y no le impida gastar sus riquezas en lo que no le perjudicará a ella ni a él.
Este derecho es semejante al derecho del tutor (walī) de que la hija no pueda casarse sin su permiso, entonces si el tutor le impide injustamente casarse, ella puede presentar una denuncia al juez islámico para que aplique justicia. Esto último también se aplica en el caso de los bienes de la mujer si su esposo la oprime y le impide utilizar sus bienes en lo que es lícito y legislado. En un caso como este, el juez debe asegurarse también de que la mujer sea tratada con equidad.
Dicho esto, la regla [de que la mujer no puede usar sus bienes sin el permiso de su esposo] no es la causa de ningún problema, más bien el problema viene cuando se intenta aplicar esta regla de modo inoportuno, así que prestad atención a esto último.
[/vc_column_text][TS_VCSC_Info_Notice panel_layout=”notice” panel_type=”warning” icon_replace=”true” font_title_family=”Default:regular” font_content_family=”Default:regular”]Autor: Muhammad Nāsir ud-Dīn Al-Albānī
Fuente: Nuthūm al-Farā·id mimmā fī Silsilāti al-Albānī min Fawā·id, vol. 2, págs. 24-25
Traducido por: Ibrāhīm Bou
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