
Šaiḫ Raslān (que Allāh le proteja) dijo:
«No camines delante de tu padre [es decir, antes que él], no te sientes hasta que él se siente, y no lo llames por su nombre. Estos forman parte de los grandes actos de cortesía y de noble comportamiento que no son conocidos excepto en la gran religión del Islām. Uno no debería caminar delante de su padre ni sentarse antes que él, especialmente en lugares públicos, encuentros y reuniones. Nunca te sientes delante de él en respeto a su rango. Se transmitió que Hišām bin ʾUrwa relató que su padre le dijo que Abū Hurairah (radī Allāhu ‘anhu) vio a un hombre caminar delante de otro. Él le preguntó: “¿Qué relación de parentesco tiene este hombre contigo?”
El hombre respondió: “Él es mi padre”.
Abū Hurairah (رضي الله عنه) le dijo:
“No camines delante de él, no te sientes hasta que él se siente, y no lo llames por su nombre”
Saḥīḥ al-Adab al-Mufrad
Así que uno no debe caminar delante de su padre, pero es conveniente caminar delante del padre en caso de necesidad, si ellos estuvieran caminando en la oscuridad, entonces es mejor caminar delante del padre, o si el camino es montuoso y está lleno de baches, o consiste en aquello que es aprensivo, en este caso el hijo camina delante de su padre, en otros casos donde no hay necesidad o deber entonces él no camina delante de su padre».
Referencias:
Al-Adab al-Mufrad, explicación por Šaiḫ Raslān (que Allāh le proteja); vol. 1, pg. 241-243
Traducido por: Ibrāhīm Bou