El mes de Dhul-Hijjah

[vc_row][vc_column][vc_column_text]Bismi-llāhi ar-Rahmāni ar-Rahīm

Por la Gracia de Allāh hemos comenzado el mes de Dhul-Hijjah (el mes del Hajj o Peregrinación), que Allāh ha marcado tanto para los peregrinos como para los no peregrinos algunos días benditos. Así que vamos a mencionar aquí algunas de las virtudes y actos recompensados que están conectados a estos benditos días.

Realizar buenas acciones en general

Los primeros diez días de Dhul-Hijjah son los mejores y más virtuosos días del año. Son los días que Allāh, el Poderoso y Majestuoso, más ama que se realicen buenas acciones. Con respecto a esto, el Profeta (H) dijo:

«Los mejores días en el mundo son los diez días».[1]


El Imām Ibn al-Qayyim (f. 751 H. | V) dijo:

«Ciertamente, esos días son los más excelentes de todos los días para Allāh. Y se ha confirmado en Sahīh al-Bukhārī (2/382), de Ibn ‘Abbās (I) que dijo que el Mensajero de Allāh (H) dijo:

«No hay días en los que las buenas acciones sean más amadas para Allāh que estos [diez] días».


Entonces le fue preguntado: “¿Ni siquiera el Jihād en la vía de Allāh?”. Y respondió:

«Ni siquiera el Jihād en la vía de Allāh, a excepción de aquel que sale con su persona y sus riquezas y vuelve sin nada».


Y son estos diez días por los que Allāh ha jurado en Su Libro con Su discurso:

{¡Por la Aurora! ¡Por las diez noches!}[2]


Por esta razón, se recomienda aumentar hacer el Takbīr (diciendo Allāhu Akbar), el Tahlīl (diciendo “lā ilāha illā Allāh”) y el Tamhīd (diciendo Alhamdulillāh) durante esos días…».[3]

El Profeta (sallallāhu ‘alāyhi wa sallam) dijo:

«No hay días más grandes para Allāh en el que las buenas acciones son más queridas para él que estos diez días. Así que aumentad la realización del Tasbīh (decir “SubhānAllāh”), el Tamhīd, el Tahlīl y el Takbīr durante esos [días]».[4]


Ayunar el día de ‘Arafah

El noveno día de Dhul-Hijjah es el día de ‘Arafah, ya que es en este día en el que los peregrinos se reúnen en la montaña de ‘Arafah, y rezan y suplican a su Señor. Es mustahab (muy recomendable) para aquellos que no son peregrinos que ayunen este día, ya que se le preguntó al Profeta (S) sobre el ayuno en el día de ‘Arafah y dijo:

«Expía los pecados del pasado año y del siguiente».[5]


Del mismo modo, el Profeta (H) dijo:

«No hay día en el que Allāh libere a la gente del Fuego más que el día de ‘Arafah. Él se acerca a aquellas personas [que están de pie en ‘Arafah], y luego Se deleita ante Sus Ángeles diciendo: “¿Qué es lo que buscan esas personas?”».[6]


Imām at-Tirmidhī (f. 275 H. | V) dijo:

«La Gente de Conocimiento considera recomendable ayunar el día de ‘Arafah, excepto para aquellos en ‘Arafah».[7]

Sacrificar en el día de an-Nahr e ‘Īd ul-Ad·hā o los siguientes tres días

El décimo día de Dhul-Hijjah es conocido como día de an-Nahr (del sacrificio), porque marca el final de los principales ritos del Hajj (peregrinación), y conmemora la generosidad y misericordia de Allāh –el Altísimo– en el que dio a Su amado Profeta Ibrāhīm (S) un carnero para que lo sacrifique en lugar de su hijo primogénito Ismā’īl (S). Y de los mejores diez días del año, está el día de an-Nahr, el cual es el más excelente de los días del año para Allāh.

Shaykh ul-Islām Ibn Taymiyyah (f. 728 H. | V) dijo:

«El día más excelente de la semana es el viernes, por acuerdo de los sabios. Y el día más excelente del año es el día de an-Nahr. Y algunos dijeron que es el día de ‘Arafah. Sin embargo, la primera opinión es la correcta, ya que se relaciona en las colecciones Sunan que el Profeta (H) dijo:

«El más excelente de los días para Allāh es el día de an-Nahr, luego, el día de al-Qarr (el día en el que los musulmanes residen en Minā)»[8]».[9]


El Profeta (H) dijo:

«El día más grande del Hajj es el día de an-Nahr».[10]


El día de an-Nahr también se conoce como ‘Īd ul-Ad·hā (Fiesta del Sacrificio) y uno de las dos principales fiestas que Allāh ha concedido a esta Ummah. Anas (I) dijo:

«El Profeta (H) llegó a Medina y la gente de Medina tenían –desde los tiempos de la Jāhiliyyah (edad preislámica de la ignorancia)– dos días que marcaron para el juego y la diversión. Así que el Profeta (H) dijo:

«Llegué a vosotros y teníais dos días de juego y diversión en los tiempos de la Jāhiliyyah. Pero Allāh las reemplazó con algo mejor para vosotros: el día de al-Ad·hā (del Sacrificio) y el día de al-Fitr (fin del ayuno)».».[11]


El Profeta (sallallāhu ‘alāyhi wa sallam) también dijo:

«El día de al-Fitr, y el día de an-Nahr, y los días de at-Tashrīq (los tres días después de an-Nahr) son nuestros días de ‘Īd (fiesta), y son días de comer y beber».[12]

‘Īd ul-Ad·hā es un día en el que los musulmanes sacrifican a un camello, a una vaca, una oveja o una cabra, en conmemoración del sacrificio de Ibrāhīm (S). Y este sacrificio es una obligación sobre todos aquellos que tengan los medios para hacerlo, de acuerdo con la opinión más correcta de los sabios.[13] La base de esto es que el Profeta (H) dijo:

«Aquel que tenga la capacidad de [realizar] el sacrificio, pero decide no hacerlo, no debe acercarse a nuestro lugar de la oración del [‘Īd]».[14]

Y su dicho:

«Aquel que sacrifique antes de la oración, entonces que lo haga de nuevo. Y el que no haya sacrificado, que lo haga».[15]

Por tanto, esta orden se refiere a aquellos que tienen la capacidad para hacerlo, y Allāh sabe más.

En cuanto a quienes tienen la intención de sacrificar –normalmente el cabeza de familia–, entonces se les prohíbe cortarse el cabello o las uñas a partir del primer día de Dhul-Hijjah hasta después del sacrificio. El Mensajero de Allāh (H) dijo:

«Cuando comiencen los diez días, y alguno de vosotros tiene la intención de sacrificar, entonces que no se corte el pelo ni las uñas».[16]

Glorificar a Allāh con el Takbīr

Desde el día de ‘Arafah (9 de Dhul-Hijjah) hasta la oración del ‘Asr del decimotercer día, son los días en los que [se lleva a cabo] la Takbīrāt (decir Allāhu Akbar). Imām al-Khattābī (f. 456 H. | V) dijo:

«La sabiduría detrás de decir el Takbīrāt en estos días es que en los tiempos de la Jāhiliyyah solían sacrificar para sus Tawāghīt (falsos objetos de culto). Así que los Takbīrāt se prescribió con el fin de indicar que el acto de sacrificio es dirigido exclusivamente a Allāh, y [se debe] mencionar exclusivamente Su Nombre, el Poderoso y Majestuoso».[17]

Shaykh ul-Islām Ibn Taymiyyah (V) dijo:

«Alabado sea Allāh. El dicho más correcto en relación con el Takbīr, y lo que la mayoría de los Salaf y sabios de los Compañeros y los Imāms afirmaban es que [se debe] empezar a hacer el Takbīr en el Fajr (amanecer) del día de ‘Arafah, hasta el último día de at-Tashrīq (trece de Dhul-Hijjah), después de cada oración».[18]

Ibn Abī Shaybah relata:

«‘Alī (I) solía hacer el Takbīr empezando tras la oración del Fajr del día de ‘Arafah hasta después de la oración del ‘Asr el último día de at-Tashrīq».[19]

En cuanto a la redacción actual del Takbīrāt, nada auténtico ha sido relatado del Profeta (H). Sin embargo, ciertas expresiones han sido relacionadas a través de un grupo de Compañeros. De ellos:

Ibn Mas’ūd (I) decía:

«Allāh es el más Grande, Allāh es el más Grande. Nadie tiene el derecho de ser adorado excepto Él. Allāh es el más Grande, Allāh es el más Grande. Y a Él pertenece toda la alabanza. [Allāhu Akbar, Allāhu Akbar, Allāhu Akbar. Lā ilāha illā Allāh, wa Allāhu Akbar, Allāhu Akbar wa lillāhil-hamd]».[20]

Ibn ‘Abbās (radiAllāhu ‘anhu) decía:

«Allāh es el más Grande, Allāh es el más Grande, Allāh es el más Grande, y a Allāh pertenece toda alabanza. Allāh es el más Grande y Sublime. Allāh es el más Grande, Aquel que nos ha guiado. [Allāhu Akbar, Allāhu Akbar, Allāhu Akbar, wa lillāhil-hamd. Allāhu Akbar, wa ajallā. Allāhu Akbar ‘alā mā hadānā]».[21]

Desafortunadamente, muchos musulmanes han descuidado el Takbīr establecido por nuestros Salaf y en su lugar han recurrido a adiciones que no tienen fundamento en absoluto.

Al-Hāfidh Ibn Hajr (f. 856 H. | V) dijo:

«Ciertamente, las adiciones que se han inventado para este día no tienen ninguna base en absoluto».[22]

Y que Allāh tenga piedad de quien dijo:

«Todo lo bueno está en seguir a los Salaf, y todo lo malo está en las innovaciones».

Y toda la alabanza es para Allāh, Señor de los mundos. Y que Allāh exalte y envíe las mejores bendiciones de paz a nuestro líder, Muhammad y a su Familia, a sus Compañeros y a todos aquellos que los siguen.

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[/vc_column_text][/vc_column][/vc_row][vc_row][vc_column][TS_VCSC_Info_Notice panel_layout=”notice” panel_type=”warning” icon_replace=”true” font_title_family=”Default:regular” font_content_family=”Default:regular”]Fuente: Revista Al-Istiqāmah. Tema no. 6 – Dhul-Qa’dah 1417 H./Marzo de 1997
Traducido por: Nūr ud-Dīn al-Isbānī

Notas:

[1] Sahīh: relatado por al-Bazzār (1/234). Fue autentificado por shaykh al-Albānī en Sahīhul-Jāmi’ (no. 1133).
[2] Corán | 89:1-2.
[3] Consultar Zādul-Ma’ād (1/56).
[4] Sahīh: relatado por at-Tabarānī en al-Kabīr (3/110/1). Fue autentificado por al-Mundharī en at-Targhīb wat-Tarhīb (2/24).
[5] Relatado por Muslim (no. 1162), de Abū Qatādah (radiAllāhu ‘anhu).
[6] Relatado por Muslim (no. 1348), de ‘Ā·ishah (radiAllāhu ‘anhā).
[7] Consultar Jāmi’ut-Tirmidhī (3/377).
[8] Sahīh: relatado por Abū Dāwūd (no. 1765), de ‘Abdullāh ibn Qart (radiAllāhu ‘anhu). Fue autentificado por al-Albānī en Irwā’ul-Ghalīl (no. 2018).
[9] Consutar Majmū’ul-Fatāwā (25/288).
[10] Sahīh: relatado por Abū Dāwūd (no. 1945), de Ibn ‘Umar (radiAllāhu ‘anhu). Fue autentificado por al-Albānī en al-Irwā’ (no. 1101).
[11] Sahīh: Relatado por Ahmad (3/103). Fue autentificado por al-Hāfidh Ibn Hajr en Bulūghul-Marām (no. 398).
[12] Sahīh: Relatado por Ahmad (no. 1945), de ‘Uqbah ibn ‘Āmir (radiAllāhu ‘anhu). Fue autentificado por al-Albānī en Sahīhul-Jāmi’ (no. 8192).
[13] Como explicó Ibn Taymiyyah en Majmū’ul-Fatāwā (23/162-164).
[14] Hasan: relatado por Ibn Mājah (no. 3123), de Abū Hurayrah (radiAllāhu ‘anhu). Fue autentificado por shaykh al-Albānī en Takhrīj Mushkilatul-Fiqr (no. 398).
[15] Relatado por al-Bukhārī (no. 5562) y Muslim (no. 1960), de Jundub ibn ‘Abdullāh al-Bajalī (radiAllāhu ‘anhu).
[16] Relatado por Muslim (no. 1977), de Umm Salamah (radiAllāhu ‘anhā).
[17] Citado en Fat·hul-Bārī (21/586).
[18] Majmū’ul-Fatāwā (24/220). Sin embargo, lo que parece más correcto es no restringir el Takbīrāt solo después de cada oración, como al-Hāfidh ibn Hajr señaló en Fat·hul-Bārī (21/587).
[19] Relatado por Ibn Abī Shaybah en al-Musannaf (2/1/2). Fue autentificado por al-Albānī en al-Irwā’ (31/125).
[20] Relatado por Ibn Abī Shaybah con una cadena de narración auténtica.
[21] Relatado por al-Bayhaqī (3/315) con una cadena de narración auténtica.
[22] Fat·hul-Bārī (2/536).[/TS_VCSC_Info_Notice][/vc_column][/vc_row]

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