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El Imām Al-Ajurī explica:
«¿Qué pensáis de un camino lleno de obstáculos que la gente debe emprender en una noche negra sin luz? ¿Se atreverían a emprenderlo? Por eso Allāh les ha facilitado faroles que les ilustran el camino, de modo que puedan tomarlo con toda seguridad. La gente se ve obligada a tomar ese camino, y mientras caminan, los faroles se apagan, entonces se quedan en la oscuridad, ¿qué pensáis sobre esto?
Este es el ejemplo de los sabios entre la gente. La mayoría de la gente, sin la presencia de los sabios, no sabrían llevar a cabo los actos obligatorios, ni alejarse de lo prohibido ni cómo adorar a Allāh en toda situación. Y cuando un sabio muere, la gente se desorienta, la ciencia desaparece y la ignorancia aparece después de su muerte».
[/vc_column_text][TS_VCSC_Info_Notice panel_layout=”notice” panel_type=”warning” icon_replace=”true” font_title_family=”Default:regular” font_content_family=”Default:regular”]Fuente: Akhlāq al-‘Ulamā’, pág. 96Traducido por: Ibrāhīm Bou[/TS_VCSC_Info_Notice][/vc_column][/vc_row]