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Abū Tufayl relató:
Ibn Kawa preguntó a ‘Alī ibn Abī Talib (Allāh este complacido con él) sobre la Vía Láctea, así que él respondió:
«Eso es el “Sharāj” (amplia apertura de los cielos), y de ahí Allāh envió agua abundante (durante el diluvio de Nūh, la paz sea sobre él)». [1]
El Imām al-Albānī declaró su cadena de transmisión sahīha, y seguidamente comentó:
«El Sharāj de un valle es la apertura extensa más abierta que tiene (es decir, su boca, su principio)».
‘Abdullāh ibn ‘Abbās dijo:
[/vc_column_text][TS_VCSC_Info_Notice panel_layout=”notice” panel_type=”warning” icon_replace=”true” font_title_family=”Default:regular” font_content_family=”Default:regular” el_file1=”” el_file2=””]«El arcoíris es una señal de garantía para los habitantes de la Tierra de que no serán ahogados (de la misma forma destructiva ocurrida en los tiempos de Nūh, la paz sea con él) y la Vía Láctea es la puerta de los Cielos y desde ahí se iniciará la rasgadura de los Cielos [en el Día del Juicio]». [2]
Referencias:
[1] Recogido por el Imām al-Bukhārī en su Adab al-Mufrad, 766/589.
[2] Recogido por el Imām al-Bukhārī en su Adab al-Mufrad, 767/590; el Imām al-Albānī lo clasificó como sahīh.
Traducido por: Ibrāhīm Bou
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