
Shaykhul-Islām Ibn Taymiyyah comenta:
También está la innovación, por parte de algunas gentes, de una festividad que rememora el nacimiento del Profeta ﷺ –pese a las divergencias sobre la fecha de su nacimiento–, ya sea para imitar a los cristianos por su conmemoración del nacimiento de Jesús o para mostrar amor y veneración al Profeta ﷺ. Puede que Allāh les recompense por su amor y su reverencia [hacia Su mensajero ﷺ], pero no por innovar esta festividad que los Salaf no celebraron aunque tenían razones para ello y nada les impedía hacerlo. Y si residiese en tal acción un bien absoluto o al menos parcial, los Salaf –que Allāh esté complacido con ellos– se nos habrían adelantado en su celebración, pues su amor y respeto por el Profeta ﷺ eran más intensos y su atención en lograr el bien era mayor.
La demostración íntegra de amor y reverencia al Profeta ﷺ radica en seguir su camino, obedecerle, aplicar sus mandamientos, revivir su Sunnah tanto en lo aparente como en lo oculto, propagar el mensaje que le fue revelado y afanarse en ello con el corazón, la lengua y los miembros. Esta es la vía de aquellos que nos precedieron entre los que emigraron (la gente de Meca) y quienes los auxiliaron (la gente de Medina) y aquellos que los siguieron con rectitud (los Salaf).
Pero si uno examina la situación de la mayoría de aquellos que son diligentes en practicar estas innovaciones, constatará que se vuelven completamente negligentes cuando se trata de obrar como la Sunnah ordena.
Fuente: Iqtida’ as-Sirat al-Mustaqīm, pg. 294-295
Traducido por: Ibrāhīm Bou