
ʿIkrimah narró que Umm ʿImarah al-Anṣarīyah se presentó ante el Profeta y le dijo:
«Veo que todo es para los hombres, y no veo que se mencione a las mujeres para nada».
Entonces fue revelada esta aleya:
{Es verdad que a los musulmanes y a las musulmanas, a los creyentes y a las creyentes, a los obedientes y a las obedientes, a los veraces y a las veraces, a los pacientes y a las pacientes, a los humildes y a las humildes, a los que dan con sinceridad y a las que dan con sinceridad, a los que ayunan y a las que ayunan, a los que guardan sus partes íntimas y a las que las guardan y a los que recuerdan mucho a Allāh y a las que recuerdan; Allāh les ha preparado un perdón y una enorme recompensa}
Corán, 33:35
Fuente: Sunan at-Tirmiḏī, 3211. Declarado auténtico por imām al-Albānī.
Traducido por: Ibrāhīm Bou