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El Imām Ibn al-Mulaqin (rahimahullāh) dijo:
«Y por la mujer que quiere emigrar de un país incrédulo a un país musulmán, los sabios están de acuerdo sobre su obligación de hacer esto, aunque no sea acompañada por alguno de sus Mahārim (familiares cercanos)». [1]
El Imām Qurtubī (rahimahullāh) dijo:
«Hay total acuerdo entre los sabios sobre el hecho de que es obligatorio para la mujer emigrar con quienes no sean de sus familiares cercanos, si ella tiene miedo por su religión y por su vida. Como también si debe emigrar de un país incrédulo». [2]
El Imām Nawāwī (rahimahullāh) cita:
[/vc_column_text][TS_VCSC_Info_Notice panel_layout=”notice” panel_type=”warning” icon_replace=”true” font_title_family=”Default:regular” font_content_family=”Default:regular” el_file1=”” el_file2=””]Referencias:«Excepto en el caso de la emigración de un país incrédulo a uno musulmán. Los sabios están de acuerdo en que la mujer puede emigrar de allá (de un país incrédulo) a un país musulmán, aunque no la acompañen familiares cercanos (mahram).
La diferencia entre ellos (los viajes para emigrar y hacer hijrah y los viajes por otros objetivos) es que la residencia en un país incrédulo está prohibida si ella no puede poner su religión en práctica de forma pública y teme por su religión y por su vida». [3]
[1] Al-I’lam bi Fawā·id ‘Umdati al-Ahkām, vol. 6 pág. 79.
[2] Al-Muf·him, vol. 3 pág. 450.
[3] Sharh Sahīh Muslim, vol. 9 pág. 104.
Traducido por: Ibrāhīm Bou
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