[vc_row][vc_column][vc_column_text]
‘Āisha J] narró que un hombre se presentó ante el mensajero de Allāh ﷺ y le dijo:
«¡Oh mensajero de Allāh! Te amo más que a mí mismo, más que a mi familia, más que mis bienes y más que a mis hijos. Te amo hasta el punto de que, en mi hogar, pienso en ti y no puedo impedirme venir a verte.
Y cuando pienso en mi muerte y en la tuya, sé que cuando entres al Paraíso serás elevado al rango de los Profetas. En cuanto a mí, tengo miedo de, si voy a entrar al Paraíso, no poder verte ahí».
El Profeta ﷺ no le respondió hasta que Jibrīl descendió con esta aleya:
{Quien obedezca a Allāh y al Mensajero, ésos estarán junto a los que Allāh ha favorecido: los profetas, los veraces, los que murieron dando testimonio y los justos. ¡Y qué excelentes compañeros!}
[Corán | 4:69]
[/vc_column_text][TS_VCSC_Info_Notice panel_layout=”notice” panel_type=”warning” icon_replace=”true” font_title_family=”Default:regular” font_content_family=”Default:regular” el_file1=”” el_file2=””]Fuente: Al-Mu’jam As-Saghīr, 1/26Traducido por: Ibrāhīm Bou[/TS_VCSC_Info_Notice][/vc_column][/vc_row]