[vc_row][vc_column][vc_column_text]
Abū Umama Al-Bāhilī (que Allāh esté complacido con él) narró que el Profeta ﷺ dijo:
Mientras yo dormía dos hombres vinieron a mí, me tomaron de mis hombros para llevarme a una montaña empinada y me dijeron: «¡Sube!».
Entonces dije: «No puedo».
Así que ellos me respondieron: «Nosotros te lo facilitaremos».
Así que subí, y yendo por la mitad de la montaña escuché unos fuertes gritos, entonces pregunté: «¿Qué son estos gritos?».
Me dijeron: «Son los gritos de la gente del Infierno».
Continuamos subiendo hasta llegar a una gente que estaba colgada por los tobillos y que tenían las bocas mutiladas y ensangrentadas. Dije: «¿Quiénes son?».
Ellos [los dos hombres] me respondieron: «Estos son los que rompían su ayuno antes de su término [es decir, antes de tiempo]». [1]
Luego seguimos hasta que llegamos a una gente que eran muy gordos, repugnantes y de aspecto horrible, así que pregunté: «¿Quiénes son?».
Ellos respondieron: «Son los incrédulos muertos».
Luego seguimos avanzando hasta llegar a una gente que olían tan mal que su olor parecía el de los baños, entonces pregunté: «¿Quiénes son?».
Ellos me respondieron: «Estos son los que cometían fornicación [Zinā]».
Luego continuamos hasta llegar a unas mujeres que tenían sus senos mordidos por unas serpientes, entonces dije: «¿Quiénes son?».
Ellos me respondieron: «Estas son aquellas mujeres que privaban a sus hijos de su leche».
Luego avanzamos hasta encontrar unos niños que jugaban entre dos ríos. Les pregunté quiénes eran, entonces me respondieron: «Estos son los hijos de los creyentes».
Posteriormente subimos más y vi a tres personas que bebían vino, entonces pregunté: «¿Quiénes son?».
Ellos me respondieron: «Son Ja’far, Zayd e Ibn Rawāha».
Luego subimos aún más y vi a tres hombres, entonces pregunté por quiénes eran y me dijeron: «Son Ibrāhīm, Mūsā y Jesús (‘Īsā) y están esperándote».
[1] El shaykh Muhammad Nasiruddīn Al-Albānī comentó esto en as-Silsila as-Sahīha (7/2/319) diciendo:
[/vc_column_text][vc_message style=”square” message_box_color=”alert-success” icon_fontawesome=”fa fa-folder-open”]Fuente: Transmitido por Abū Khuzayma en su Sahīh (nº 1986) y declarado auténtico por el imām Al-Albānī en as-Silsilah as-Sahīha (nº 3951).«Éste es el castigo de quien rompe su ayuno voluntariamente antes del momento de la ruptura del ayuno, ¿cómo será, entonces, la situación de aquel que no ayuna en absoluto?».
Traducido por: Ibrāhīm Bou[/vc_message][/vc_column][/vc_row]
4 Comentarios